Vacaciones colectivas en la construcción: un alto estratégico en la industria quebequense

Cada verano, miles de obras en Quebec hacen una pausa sincronizada. No se trata de una coincidencia ni de una baja en la demanda: es una tradición regulada que transforma el ritmo de trabajo de la provincia. Las vacaciones de la construcción son un momento clave tanto para los empleadores como para los trabajadores extranjeros que sostienen este sector.
Una tradición con fuerza legal
Las vacaciones de la construcción, conocidas en francés como les vacances de la construction, son un periodo establecido por ley en Quebec, donde se originó esta práctica en la década de 1970. En esta provincia, todos los trabajadores sindicalizados de la industria deben tomar dos semanas de descanso consecutivas a finales de julio. Para 2025, las fechas oficiales van del domingo 20 de julio al sábado 2 de agosto.
Durante estas semanas, miles de obras se paralizan y las ciudades se vacían parcialmente de trabajadores con cascos. Aunque esta es una tradición exclusivamente quebequense, otras provincias como Ontario o Alberta también registran una disminución en la actividad del sector durante el verano, aunque no de manera obligatoria.
Un respiro necesario para los trabajadores extranjeros
Para quienes vienen de otros países a trabajar temporalmente en Quebec, especialmente en sectores como la construcción, estas vacaciones marcan un hito en el año. No solo representan un merecido descanso tras semanas de trabajo físico intenso, sino que también ofrecen una oportunidad para:
- Viajar dentro del país, conocer nuevas regiones o incluso visitar a familiares en otras provincias.
- Reorganizar sus finanzas personales, ya que algunos trabajadores aprovechan este tiempo para enviar dinero, cerrar trámites o planificar el resto de la temporada.
Cuidar su salud, tanto física como mental, y retomar fuerzas para lo que resta del año.
Para los empleadores: una pausa que también requiere preparación
Las vacaciones también suponen una pausa obligatoria en la planificación de los proyectos. Las empresas deben prever los plazos con anticipación, reorganizar entregas y asegurarse de que todo esté listo antes de la pausa. También es el momento ideal para:
- Realizar mantenimiento de maquinaria o sitios de trabajo.
- Reajustar equipos de trabajo, evaluar el desempeño y planificar nuevas contrataciones si es necesario.
- Atender cuestiones administrativas o de recursos humanos que suelen postergarse en temporadas de alta carga laboral.
Un momento para recargar y reflexionar
Aunque se trate de un receso temporal, las vacaciones de la construcción tienen un impacto profundo en la productividad, el bienestar y la seguridad del trabajo. No es coincidencia que los índices de accidentes laborales tiendan a disminuir después de estos periodos: los trabajadores vuelven más concentrados, motivados y saludables.